Hoy vas a aprender qué características tiene que tener un analista y un scout independientemente de la labor que desempeñe.
Así podrás saber si tienes lo que hay que tener para dedicarte a ello.
1. Conocimiento del juego para ser capaz de descomponerlo
Lo principal. Tener amplios conocimientos del juego.
Porque obviamente, es difícil analizar muy bien algo que no conoces.
Por tanto, cualquier analista o scout (y diría que cualquier miembro de un cuerpo técnico), debe ser entrenador también.
Así que si quieres ser analista o scout, lo primero que tienes que hacer es formarte.
Ya se acabó aquella época en la que el scout o el ojeador era la persona mayor que había jugado siempre al fútbol o que el analista es la persona que graba los partidos y hace 4 cortes de vídeos para el entrenador. ¡Se acabó!.
Conocer el juego, las variantes, modificaciones, evolución, fases, subfases, principios, subprincipios, etc te darán un bagaje, una formación y una experiencia que podrás aplicarlo 100% en tu labor como analista o scout.
2. Capacidad de observación y análisis del juego
Ver un partido con los ojos de un entrenador, con los de un aficionado o con los de un jugador no son los mismos, ¿verdad?.
Pues para los analistas o scouts tampoco.
Un analista o scout tendrá que verlo desde el punto de vista de su responsabilidad o labor.
Es decir, si es un analista de equipo rival, tendrá que centrarse en el equipo al que se va enfrentar el suyo dentro de unas pocas jornadas.
Si es analista de equipo propio, su labor será observar en cada entrenamiento y cada partido a su equipo para ver qué cosas hay que mejorar o qué cosas hay que seguir potenciando, según siempre, las directrices del entrenador.
Pero el scout tiene otra labor principal: observar jugadores interesantes que pudieran fichar.
Para cualquiera de las 3 posiciones, se necesita ser un buen observador (sobre todo, detectar aquello que no es tan obvio y que no ve todo el mundo) y ser capaz de analizar las diferentes fases del juego, que es lo que está sucediendo y cómo podría resolverse para saber si ese jugador lo ha hecho bien o no.
3. Buena capacidad de comunicación
Los analistas y los scouts deben facilitar un informe de los jugadores más importantes que han visto, defenderlos ante posibles fichajes y estar constantemente en contacto con otros scouts, con secretario técnico o con director deportivo.
Los analistas presentarán el informe sobre el rival o sobre el equipo propio. En ocasiones realizan la charla a los jugadores sobre ello, lo presentarán delante del equipo o tendrán que exponerlo ante el cuerpo técnico.
Por eso, todos tienen que tener una buena capacidad de comunicación, tanto hablada como escrita para que su trabajo sea profesional.
Usar un lenguaje correcto y entendible que vaya acorde con lo que el cuerpo técnico o secretaria técnica quiere transmitir.
Es importantísimo que también puedas aprender idiomas para tener más posibilidades dentro del mundo del fútbol.
4. Uso y actualización de las tecnología
Hoy en día en la era de los ordenadores y la información, la persona que no sea capaz de usar las herramientas informáticas, programas o aplicaciones, está cavando su propia tumba.
No estoy hablando de ser el «number one» en informática y programación, pero mínimo debe saber:
- Usar algunos programas de edición de vídeo
- Manejar programas de pintado de cortes
- Crear plantillas para taggear
- Saber exportar, cargar y manejar vídeos
- Saber usar herramientas para la visualización de los informes
- Realizar las presentaciones de los videoinformes de forma atractiva
- Dominar algún software de obtención de datos para su posterior análisis e interpretación
Siempre hay soluciones gratuitas y soluciones de pago.
Y no solo hablamos del uso en sí. Tenemos que destacar la constante evolución, actualización y formación tanto de conceptos como de herramientas como de software.
Los softwares más usados
- Programas de edición de vídeo, los más importantes del mercado son Nacsport, LongoMatch, EricSport, SporstCode y MetricaSport.
- Para los pintados, casi todos tienen su propio bloque de pintado, pero quizás, Metrica y KlipDraw (dentro de una de las licencias de NacSport) se llevan el premio.
- Para la visualización de informes, siempre podrá funcionar el Power Point, Keynote o similar, o, para darle un toque mucho más profesional, Power BI o Tableau (requieren de más conocimiento ya que van más destinados a representación de datos).
- Si nos referimos a datos, desde el propio wyscout podrás obtener y descargar los datos para pasarlos a programas como PowerBI o podrás tener herramientas como BeSoccer Pro, que te da las gráficas ya tratadas.
5. Conocimiento y adaptabilidad al entorno
Tanto unos como otros deben conocer la categoría en la que están inmersos, los rivales, estadísticas y un largo etcétera que hará que pases de ser «uno más» a alguien que de verdad tenga información relevante.
Para el scout, tenemos que añadir un punto más, y es el de conocimiento de los jugadores:
- Situación personal
- Contrato
- Expectativas
- Idea de futuro
- etc.
Todo esto hará que tu secretario técnico y director deportivo estén muy contentos contigo.
De este tema podrás encontrar más en este otro post hablando de la labor del scout.
Para ser analista o scout tienes que ser un camaleón y adaptarte rápido a los cambios.
Si eres el analista de un entrenador, ya sabrás que su puesto está en el alambre constantemente (por tanto, el tuyo también) y puede ser que cambiéis varias veces de equipo.
Si trabajas para un club, por la misma regla de tres, puede que tengáis a varios entrenadores a lo largo de la temporada y cada uno trabaja de una forma diferente.
Por tanto, sabiendo que vas a trabajar para alguno de ellos dos, no te queda otra que aceptarlo y vivirlo con naturalidad.
6. Organización y capacidad de síntesis
Tener una buena organización para distribuir los horarios de los partidos de cada fin de semana, de realizar la edición y los análisis de los vídeos, la presentación de los informes, etc.
Tener que pasarte la noche entera inmediatamente después de terminar el partido realizando cortes y con el café al lado del ordenador. ¿Te suena?
El scout, al ver incluso más partidos, también tiene que organizarse los partidos de la jornada que va a ver, los viajes, realizar los informes y actualizar las bases de datos de todos los jugadores.
Cada vez más importantes porque cada vez vivimos a más velocidad. Menos es más.
El analista o el scout necesita ser una persona que sea capaz de resumir la grandísima información que puede llegar a obtener en la mínima información pero que diga lo máximo posible.
Ofrecer la máxima información posible de la manera más resumida.
Clara y concisa.
Imagínate un analista de equipo propio, que analiza todos los partidos y entrenamientos de su equipo y la cantidad de vídeos y de información que puede tener.
Pues debe resumirlo para decirle al entrenador “fallamos aquí” o “hacemos esto bien”.
Lo mismo con el de rival: después de ver 3-5 partidos del otro equipo, ha de resumir en 10-12 minutos todo lo que el equipo es capaz de hacer.
Y en el campo del scout más de lo mismo: viendo una liga de 20 equipos x 20 jugadores de cada x 15-20 jornadas…haz cuentas.
Al final, el scout pondrá una valoración final de «Fichar» o «no fichar».
Detallista hasta límites insospechados.
Se va ganando con la experiencia, pero cualquier mínimo detalle puede marcar la diferencia, así que antes de terminar el trabajo o el informe, el buen analista le da mil vueltas para ver cómo lo puede mejorar.
7. Gran responsabilidad y vocación
Sabes que tienes que realizar un trabajo y no es normal que te asignen un horario laboral estándar.
Noches enteras, ratitos en la vuelta en el autobús o avión o en las horas muertas en las concentraciones.
Cualquier momento es bueno para llevar a cabo tu labor.
Por este tipo de detalles, es un trabajo vocacional. Sabes que no tienes horario y además que debes entregarlo en una fecha exacta.
Tiene que ser de calidad y tiene que ayudar al entrenador y al equipo a conseguir los objetivos.
P.D.: Estas son una de las profesiones más bonitas del mundo. Gracias a ellas he podido cumplir mi sueño de vivir del fútbol, y además, ¡sin haber sido futbolista profesional!.
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